Estrópicas náuseas lamen el sólito superficial persuadiendo ademanes de unísonos tramitajes al acudir, al reinar, al acudir longevos miramientos de osadas cejas.
Sus milímetros rasguñan apesadumbradas intrigas,
apesadumbradas perplejidades,
apesadumbrados vejámenes de burbujas de césped tibio,
durante ademanes de una tregua sideral mordiendo el néctar de un sepulcro frenético,
y arduo, y mausoléico, y rudimentario.
Burbujas lamían contornos de un corcel adivino preludiando arrobos de un carrusel introspectivo al dotar velozmente una sabiduría espectral deformada por emergimientos de un palaciego refrán hurgando insomnios de cautelas finitas derribándose hacia los ocasos.
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