Mayúscula incidencia somete remansos
oye el incordio
derrama la salitre de un cuerpo seco.
Minúscula templanza asiste cardiogramas insomnes
al acechar, al pergeñar, momentaneidades absolutas.
Así recuerdo tu infinito
mayúsculo, minúsculo,
así rememoro tu caída
mayúscula, minúscula, hacia los hartazgos de cadencias volitivas.
Pero un pésame desalma
constatado, emanado, resume mayores y menores argucias hacia los devenires de la longevidad.
Un páramo discute, mientras, en oídos de vocablos donde los rayos penden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario