Introduzco una norma desdentada;
una norma oblicua, una norma deshecha.
Así colmo terminales de ahítos ventrílocuos disipando calamidades.
La norma es estrecha, desdentada, oblicua y deshecha.
Así finalizo un hartazgo innato por efervescente.
Líquido.
Derramado.
Inmerecido por su vaso de fiebre.
Así vierto la voz hasta lenguas inanimándose en peregrinación auténtica;
inmerecidas por abrirse extirpando el último diafragma de sed desigual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario