Telares asoman arácnidos
propósitos,
con insectos clamando la
visceral empatía añeja;
con la piedad de toda
abrumación fértil;
con el tránsito de
ufanaciones clandestinas.
Araña que revuelve,
araña que convalece, araña que pertenece.
Cuando los azares del
viento pernoctaban,
con heridas maltrechas;
con alusiones utópicas;
con el estandarte de una
tregua eficaz y distante.
Araña mausoleica distrae
bajo el nocturno diámetro de su caótica luminiscencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario