Cuadernos subacuáticos
desdeñan notas vinculantes.
Se olvidan las sílabas,
se desmemorian los vocablos.
Cuadernos de pasto
adoquinan pusilánimes rencores,
y, bajo hilos de sed
quebrada,
y, ante lupas de
eslabones dormidos,
y, bajo la fiebre del
brote especulado,
adornan manipuleos un
reino deforme.
Vi el ocaso, vi el
resplandor.
Consumí paganas
meticulosidades.
Y creí, y creo, y
continué, y recordé.
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