Pronta impostura, pronta
ebullición;
pronta cadencia, pronto
latido.
Al desmerecer tráfagos
de melancólicas tribulaciones;
pronta elocuencia, pronta
sedición;
pronta vanidad, pronto
recipiente.
Cuando un germen
involucra presagios de firmeza consternada,
los reparos más audaces
reclaman crímenes de persuasivos arribos.
Y nada es vaticinio, y
nada es fin,
sino esperanza volcándose
sobre techos de recriminaciones soporíferas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario