Búsqueda personalizada

11/11/17

Testigos

Senilidades de cuerpos plegantes, evocaban. Un libro muerto; un libro añejo, corrompía conciencias en el resto de los hombres.
Leía él. Las sílabas abrían caóticas y siniestras súplicas desde el papel exhausto; simulaban conformismos de querellas imbatibles. La salud, la bienaventuranza del escritor, padecía síntomas inquietos adoleciendo plurales acometidas.
Y, mientras aquel leía, las palabras atravesaban su lógica deparándose en otros, en muchos, en todos. Y aquellos pedidos de socorro se adosaban a cada uno de ellos haciéndolos testigos de anteriores pérdidas.
Las oraciones copaban otras conciencias, y, él, decidió leer infinitamente párrafos de un anciano desconocido. Hasta su muerte.

No hay comentarios:

Powered By Blogger