Despierto, ¿veré cláusulas de
paciencias cercanas?
O dormido, ¿tantearé sinnúmeros
de péndulos aquejados?
Mi impronta recibe males
deviniendo de burbujas refrenadas.
Mi sien recibe cantos de humos
verdinegros.
Mi totalidad, mi retina cabe
dentro de una palma que degüella plantas de espumosas hojas.
No me veré placentero,
ni al ritmo;
mientras sueños arcanos
despierten mi dormido refugio.
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