Azules de cristal,
redondeadas siluetas apretujan
tus símbolos acá,
entre este cristal y aquel
otro,
azul de cristales durmiendo
entre serafines de un mismo cálculo vociferante.
¡Estás verdoso, estás acuoso,
huiste del cristal!
Ahora ya no serás nada, nada
más que este retoño de tu azul cincelado.