Aguardan, los desenlaces periféricos, rumiando lagunas.
El sol sustrae vericuetos de vapores exhalados.
El lago espera cardúmenes de una hoja sulfatada;
abrevia el temor, sustrae la llama, quita lo inmóvil.
Espera, el líquido, oportunidades cariacontecidas;
lame las orillas bifurcando un hálito a su razón creciente.
El lago, su agonía, su infinitud;
el lago, su final, su captación, su percance,
estimula radios de los probos del agua.
Así presagié un ocaso diezmado por mareas de un sediento lago turbulento;
así, busqué, sin hallar,
así, busqué, encontrando la espera del sol acontecido.
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