Hilvano la presunción
del clemente estupor;
hilvano la serena
instauración del recurso rumiante,
la carótida, el frenesí,
la colmena y las ausencias, insinúan la paciencia del ovillo.
Mientras su rocío
despierte azorado,
el tenaz y el pusilánime,
hilarán mezclas de
autentismos agujereados.
Hilvano el cielo, hilvano
la tierra.
Como la roca, bebo la
lana;
beberé comiendo cuando
ese hilo halle el color de un espanto agudo.
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