Arrimo el tedio sobre una
laguna mística;
pergeño su sabiduría,
aclaro su espesidad.
Un tonel vuela lejano,
trae aquel líquido,
aquel estupor.
Trae aquella medición,
y su compromiso.
Al ver cada vernáculo
rugido, se destempla la intemperie.
Y resuena,
y suena,
es que se oyen sus gotas.
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