Rompían desbarajustes
una credulidad devastada;
quebraba un circunloquio
su escueto tilde,
y, al final, cadenas de
madera circundaban premeditaciones.
Así, se desarmaban los
ámbitos;
así, petulaba el
marmóreo circunscripto su tenuidad sagrada;
así, convencían
algarabías su opuesto oriundo.
Entonces las tallas,
entonces su urgencia, entonces su magnitud;
mientras un arcano hito
desembocaba contra vasijas su vapuleo premeditado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario