Estímulos radiológicos
consternan un sentido llano. Tras pesares por alcanzar un objetivo andan
multitudes de efímeros convictos paladeando su final inconcluso.
Bocas radiando sin dientes,
mordiscos antepuestos, arbolean una flora incauta y devastada. Los compromisos
una vez obtenidos divulgan millares de cuestionamientos acerca de sus destinos.
Las desesperanzas se retiran cuando se priorizan convulsiones más acá de las
premisas; aunque nadie observara, aunque nadie contemplase las inmediaciones
limitando.
Se ve un duelo, se ven docenas
de mutilaciones ante el mero soplo de las aves alzándose en vuelo. Pero no;
nada de acá trascenderá, nada de estos cobertizos pusilánimes devendrá en gota
cautiva de terrenales ensueños. Por verse, por saberse calculando un más allá
que extralimitara círculos finitos radicándose dentro de las convicciones.
Nada, ni siquiera las alturas
serán espacio donde albergar tridentes de causas. Nada, nada será predispuesto
a escalar las variaciones una vez citadas por desconocer límites, y
deslumbramientos; nada, nada cederá su lugar cuando éste sea el vacío.
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