Recuerdos de una caída,
yacimientos del por qué
arriman oraciones a lo alto del centinela.
He visto, y se han visto
descarrilándose detrás de simios plateados,
pero,
¿cuál saltaba con pensamiento
hirsuto?
¿cómo iría corriendo la
extrañeza impetuosa?
Bajo los andamios de tus
orares, oís;
reclamás vejados sistemas de
claras audiciones.
Pero,
¿cómo sería tu imaginar, tu
maquinar, tu prestancia si solo un recuerdo cayera?
No hay comentarios:
Publicar un comentario