Ante la impotente luz,
hay oscuras manifestaciones,
recuerdos.
Hay una pendiente, su caída,
su precipicio;
y hay multitud de ascensos
aunque utópicamente malditos.
¡Elevo mi mano!
¡Alcanzo la tierra!
Pero la inconstante luz
arroja sombras contra mi
inerte pecho.
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