Ese canto es profano,
humildes congratulaciones lo
arriman al tedio de su voz.
Canto que es luciérnaga que es
insectívoramente resplandor,
son las voces de un agujero
petulando ingravitaciones.
Ese canto es mío, es tuyo;
unívocas maneras de endiosar
segundos a morir.